¿Qué es la cataforesis?
La cataforesis o electrodeposición catódica es un proceso de pintado por inmersión. Se realiza de forma totalmente automatizado. Está basado en el desplazamiento de partículas cargadas dentro de un campo eléctrico hacia el polo de signo opuesto. Se aplica a piezas metálicas permitiendo un acabado perfecto.
Este procedimiento por la presencia de campos eléctricos requiere que el proceso de pintado se realice en exclusiva con elementos metálicos. Como resultado, se imprime una película de pintura uniforme que garantiza un pintado correcto incluso en los interiores y cuerpos huecos. Además, aporta una gran protección anticorrosiva y resistencia a deformaciones mecánicas como el gravillonado, embutición, doblado o impacto entre otras.
Antes del proceso de cataforesis, las piezas deben someterse a un complejo tratamiento de desengrase y fosfatado que asegura el anclaje de la pintura sobre el metal. Estos procesos constituyen el pre-tratamiento.
Tras él se inicia el baño de cataforesis. En una cuba se introduce agua desmineralizada o desionizada, ligante catiónico y pasta pigmentada, compuesta por resinas y pigmentos. La resina es el componente principal de la capa final y brinda la resistencia a la corrosión y durabilidad. Los pigmentos sirven para proporcionar el color negro y el brillo. Durante este proceso se puede variar la capa de pintura aplicada mediante el ajuste del voltaje aplicado.
Concluido este proceso. Se inicia una serie de lavados. Las piezas se enjuagan para eliminar los sólidos de pintura que se hayan podido arrastrar. El exceso de la pintura se devuelve a la cuba mejorando la eficiencia de aplicación.
En el proceso de electroforesis la pintura no se deposita por adherencia, sino que queda electrodepositada. Además de esta capa, otra capa queda depositada por adherencia sobre la primera capa de pintura Es esta segunda capa, la que es necesario eliminarla mediante un lavado. Este lavado se realiza por ultrafiltrado. De esta manera, se evita perder pintura. Este lavado se realiza contracorriente en un tanque de pintura que ha de estar constantemente agitado y atemperado para que la pintura no decante.
Para finalizar la pieza se introduce en un horno durante más de 20 minutos a más de 180ºC. Así, la pieza permite que la pintura polimerice.
Aunque la electroforesis se ha convertido en habitual en el pintado de vehículos, su uso se hace también extensivo a una amplia gama de otros productos, tanto para imprimación como para acabado.
Las instalaciones de cataforesis deben diseñarse en función del volumen de las piezas que van a ser inmersas.