El tamaño para leer señales
¿A quien no le ha pasado ir por una ciudad que no conoce y no darle tiempo a leer una señal por el ínfimo tamaño de la letra? Las señales nunca son demasiado grandes, al menos para el que necesita la información, sin embargo, la estética o la normativa suele venir en sentido contrario a esta voluntad.
Las instituciones busca estandarizar los tamaños de la señales con el fin de unificar los criterios, sin embargo a veces no se colocan en los espacios adecuados. Por ejemplo, no es lo mismo colocar el nombre de una calle a dos metros de altura, que a cuatro. A doble distancia, nos encontramos con el doble de dificultad de lectura. Y no es este el único obstáculo, algunos elementos distorsionan o impiden leer a una distancia cómoda como árboles, otras señales o balcones, por seguir con el mismo ejemplo.
Quien está acostumbrado a conducir se ha encontrado con señales que tenían un problema de mala ubicación. Indicativos que se sitúan después de tener que tomar una decisión de dirección, o demasiado cerca para dar tiempo a leerla y poder realizar la maniobra de cambio con seguridad, son otros ejemplos.
Aparte de esto, como norma general el tamaño de la señales exige que esté en proporción a la distancia al cual van a ser visualizados.
Así una letra con un tamaño de un centímetro de altura es visible a un máximo de 3 metros de distancia. Si subimos a 10 cm, conseguimos leer hasta 46 metros, y si aumentamos a 25 centímetros podemos ver desde una distancia de 137 metros. Una letra de 150 cm puede ser legible a más de 750 metros.
Además del factor visual hay que valorar la tipografía de la letra que permite que sean más o menos legibles. La mayoría de señales prefieren una tipografía helvética o sans serif.